En el día de hoy, comienza oficialmente el proceso de matriculación de miles de estudiantes andaluces en los institutos de educación secundaria para el próximo curso 2019/2020. Un trámite burocrático que recae en buena parte sobre las espaldas del profesorado que forma parte de los equipos directivos, que en algunos casos incluso se ve obligado a recabar la ayuda de otros miembros del claustro. Y todo ello por la incapacidad de la consejería competente en materia de Función Pública para dotar adecuadamente de personal administrativo a los centros, dejando durante años vacantes sin cubrir, fruto de jubilaciones y otras circunstancias.
Este problema es una de las manifestaciones de la creciente y en muchos casos innecesaria carga burocrática que asfixia la labor del profesorado. Desde ANPE, llevamos décadas reclamando en vano a la administración autonómica andaluza que dote adecuadamente de personal administrativo a los centros docentes en los que se imparten las distintas etapas educativas.
Por si pareciera poca cosa este trastorno, en un proceso tan delicado como la matriculación de los estudiantes, la reforma curricular encubierta, impuesta de improviso y sin ningún tipo de negociación por la Consejería de Educación y Deporte, no ha hecho sino agravar el problema. Así, de golpe y porrazo, los equipos directivos de los IES se han encontrado con la publicación, en la semana anterior al inicio del proceso de matriculación, de unas instrucciones que modifican el esquema de asignaturas optativas que se ofertan en los centros, en un momento en el que los documentos de matriculación ya están preparados, la información a las familias ya se ha facilitado y la planificación de la oferta educativa estaba ya totalmente perfilada.
ANPE estima que la educación andaluza tiene numerosas asignaturas pendientes y requiere nuevas orientaciones para mejorar sus niveles de calidad, sin dejar de profundizar en las políticas de equidad. Pero los cambios necesarios que reclamamos no pueden afrontarse, de ningún modo, mediante medidas improvisadas, impuestas sin reflexión ni consenso y aplicadas en los momentos más inoportunos.
Sevilla, 1 de julio de 2019.
ANPE-ANDALUCÍA